Una buena comunicación entre padres e hijos es el método más eficaz para difundir valores.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) divulgó la semana pasada los resultados de una investigación que ha realizado en 40 países basada en una amplia encuesta entre niños de 11 a 13 años y adolescentes de 15, que confirma los efectos concretos positivos de mantener una comunicación fluida con los hijos.
Lo curioso del asunto , es que haya tenido que ser la OMS la que confirmase algo que que muchos ya sabíamos: es fundamental que exista una comunicación fluída, bidireccional, entre padres e hijos.
Es decir, hablando se entiende la gente. Hablando con tus hijos, pero sobre todo escuchándoles es más sencillo resolver y atajar cualquier posible problema.
Según el estudio,los menores tienen una mejor imagen de su cuerpo, una mejor consideración de su propia salud y menos quejas con respecto a cuestiones físicas o psicológicas cuando han tenido una buena relación con sus progenitores. A la hora de enfrentarse a los riesgos, lo hacen con mayor seguridad tratando de evitar las malas influencias, cuando tienen una buena comunicación con los progenitores.
Esto último será básico para que disminuya la probabilidad de que nuestros hijos consuman alcohol o drogas.
En el caso de España, la OMS indica que a los once años, el 94 por ciento de niñas y el 93 por ciento de niños consideran fácil conversar con sus madres, porcentaje que se reduce al 86 por ciento para ambos sexos a los trece años, y al 81 por ciento para las adolescentes y al 79 por ciento para ellos a los 15 años.
La OMS trabajó de manera separada con el padre y con la madre, así como el grupo de edad de los niños o adolescentes.
En relación a la madre, la investigación determinó que la facilidad de comunicación pasa por un diálogo realmente interactivo en el que se puedan abordar temas de manera libre, sin una actitud de censura y en la que ella sea percibida como una persona confiable.
Del lado del padre, la comunicación es considerada en general menos íntima y más orientada a objetivos específicos o al desarrollo de ciertas habilidades.
Este estudio,lo que viene a corroborar es la importancia que tiene en la familia,una buena comunicación. Todos debemos preocuparnos en escuchar a nuestros hijos. Una buena escucha, sobre todo si es activa y participativa, nos ayudará a resolver y atajar los problemas y las preocupaciones de nuestros hijos, antes de que sea demasiado tarde. Tenemos que poner los medios para que nuestra familia no se convierta en una pensión, a la que llegan sus miembros y simplemente comparten techo.
Escuchar,participar y educar. Algo que parece sencillo, pero en lo que todos hemos de trabajar a diario.
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