jueves, 15 de marzo de 2012

¿ Piensas que soy guapa o fea ?

Es un sencillo video de You Tube. Una niña de aprox. 11 años aparece con un gorrito y mira a la cámara. Simplemente sonríe y pregunta con su voz de adolescente, si te parece guapa. Habla de si misma. 
Este video se propagó de forma viral por Internet. La gente fue opinando, y ya se sabe, que las opiniones, a veces las carga el Diablo. Opiniones que sobrepasan el insulto. Inimaginables para un adulto, pero que, cuando las realizan adolescentes, pueden ser realmente crueles. Y sobre todo, cuando el adolescente las recibe, pueden ser,desde el punto de vista psicológico, traumáticas.

Por desgracia, este tipo de videos, proliferan en redes sociales como Youtube. Menores que miran a la cámara clamando que alguién les diga que están geniales. Lo que antes sucedía frente al espejo de su casa, ahora lo hacen en la red y son expuestas a que millones de personas puedan decir, y sobre todo, son expuestas a que las insulten.

La sociedad en la que vivimos hace que cada vez màs los menores se preocupen por la imagen. Y esto no es sólo en las adolescentes. También los chicos siguen modelos de comportamiento que se basan más en lo que ven en la televisión e internet, que en lo que sus padres les inculcan. El clásico miedo al "que dirán", pero multiplicado por las redes sociales. Conceptos erróneos, puesto que a veces hay que explicar a un menor que lo importante no es el peinado o la ropa que lleven. Lo fundamental es que el menor aprenda valores, y sobre todo, aprendan a valorarse a sí mismos.

En la Fundación escuchamos a muchos padres preocupados con las webs que ven sus hijos en Internet. Los trastornos alimenticios son alentados por webs en las que adolescentes van contando sus "experiencias" en el juego que para ellos es, dejar de comer. Quieren estar guapas. Quieres ser como las modelos que ven en las pasarelas o en las campañas de publicidad.
El problema es que esos adolescentes, en muchas ocasiones, no son observados por sus padres, y cuando finalmente lo hacen,ya es demasiado tarde. Casos de anorexia y de bulimia. Niñas y niños acomplejados con su aspecto buscan en esas webs " la quimera de la belleza".

Es fundamental que los padres tengan una comunicación fluída con sus hijos. Si esto lo hacen, podrán detectar cuales son las preocupaciones de ellos. Y sobre todo podrán actuar a tiempo. En la medida en que a nuestros hijos les enseñemos valores como la tolerancia y el respeto, tanto a si mismos como a los que les rodean, podremos parar casos tan lamentables como la anorexia o la bulimia. 

Muchos de los casos de trastornos alimenticios vienen derivados del acoso escolar. No nos engañemos, antes a los menores les podían llamar gordos en el patio. Pero se quedaba ahí. Ahora lo pueden hacer en la red. En el muro de su red social, con mensajes a su móvil o a su correo electrónico. El acoso es tan fuerte, se sienten tan mal consigo mismos, que creen que si adelgazan, todos sus problemas se resolverán. Por eso se hace imprescindible que absolutamente todos, padres y educadores, pongamos freno al acoso. Estamos a tiempo. Sólo es cuestión de ponernos a ello. Se trata de proteger y prevenir.

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